Leo comenzará a
levantarse a las 8. Colegio mañana y tarde. Horarios, rutinas. Comer
a deshoras para volver luego a clase (mierda de jornada partida). Se
acaba la calma, la bella anarquía.
Yo empiezo a buscar curro
otra vez. Entro otra vez en la rueda, en el aro. ¿Cuánto tiempo me
perderé cada día de mis hijos, de mi vida, de mi felicidad? Ha
estado bien vivir dedicada a mi familia, a mis bebés. Siento que he
hecho lo que tenía que hacer, que he aprovechado las circunstancias
y que he disfrutado de un lujo que muchos ni siquiera ven como algo
positivo. Ellos se lo pierden.
Para muchos lo que yo he
hecho es incluso irresponsable. Porque, ¿cómo he osado a no buscar
trabajo? ¿A embarazarme de nuevo y vivir de acuerdo a los tiempos de
mis hijos? ¿A cobrar una prestación mientras “no hacía nada” y cada vez teníamos menos dinero?
(¡ja, me río yo de ese “no hacer nada!”). Incluso mi excedencia
de 10 meses para muchos fue una pérdida de tiempo y, una vez más, de dinero...Ay el dinero...
Síntoma de que esta
sociedad no valora (ni en términos económicos ni de mérito) los
cuidados... y si son a bebés menos aún, que para eso hay
guarderías. Y los papás y las mamás a trabajar fuera de casa, a
ganarse el pan (poco) con el sudor de su frente (muuucho), a dejarse
dar por culo por cuatro duros de mierda, ¡y sin quejarse, que las
cosas están muy mal! ¡Da gracias por tener un trabajo!
Pues no. No doy gracias.
No me da la gana dar gracias por eso. Faltaría más.
Espero encontrar algo
pronto, claro. Porque lo necesitamos. Espero poder elegir
algo mínimamente decente, como por ejemplo... trabajar 8 horas en
jornada partida a una hora de casa por menos de... ¿800 €? Quizá
ahí podría quejarme un poquito? ¿O sólo si me obligan a hacer
horas extra al mismo precio que las normales? No, espera, mejor que
me obliguen a hacerlas gratis, así podré decir de vez en cuando que
es injusto sin que salga la frase de marras.
Pues yo he decidido ser
optimista (o ingénua) y buscar algo que me permita conciliar un
poquito. Que me permita vivir, que me permita ver aunque sea un
atisbo de esa libertad de la que llevo disfrutando 4 años y que
recordaré toda mi vida como algo maravilloso.
Y sí, lo digo, currar es
una mierda (¡oh dios mío lo que ha dicho!). Hay tantísimas cosas
interesantes que hacer en esta vida que me da pena la gente que dice:
“¿y si no curras qué haces todo el día? A mí se me caería la
casa encima”. Pues qué poquita imaginación y capacidad de
disfrutar. “¿Y no te agobia estar tooodo el día con los niños?”
Sí, claro, ¿quién ha dicho que yo quiera eso? Lo que no quiero es
tener que trabajar en los únicos ratos en los que estoy sin niños.
Pero hay que hacerlo, sí.
No espero que nadie me regale dinero, ni siquiera juego a la lotería
(quizá debería empezar). Hay que ganarse la vida. Pero es una pena
que para ello tengas que sacrificarlo todo. Es una pena no poder
aspirar a algo que te permita compatibilizar otras cosas con el
curro. Lo que se dice que es trabajar para vivir, y no vivir para
trabajar. Y yo he decidido que voy a aspirar a eso, a lo primero, aunque sé que
cualquier cosa me parecerá mucho tiempo sin mis hijos, aunque sé
que yo debería poder estar con ellos. Que es lo que quiero.
¿Conseguiré estar a las
16 h. para recoger a Leo del colegio? ¿Conseguiré no ir por la vida
arrastrada por los madrugones después de una noche con 5
despertares de Nora? Muchos me diréis... ¡Noooo, es que lo quieres todo!
Sí, lo quiero todo. Al menos me queda eso, quererlo. Eso sí, con
pagar las facturas me vale, otros no se conforman con tan poco.
Y mientras tanto, seguiré
disfrutando cada día de Leo y de Nora, de su libertad, de sus ganas
de jugar y de estar conmigo. Pero ahora un poquito menos, porque ya
llega septiembre, empieza el cole de nuevo, yo empiezo a buscar
curro...
Mucho ánimo. Siempre puedes 'inventarte' un trabajo en el que tú decidas cuánto y cómo trabajar, si es que no existe.
ResponderEliminarGracias guapa! El tema de enmprender un negocio (que supongo que es de lo que hablas) es peliagudo. No conozco a nadie que lo haya hecho sin cumplir alguna de éstas condiciones:
Eliminar-tener ahorros suficientes para invertir y subsistir sin beneficios al principio.
-tener avales, familia que te respalde o ayude aconómicamente o al menos una pareja con un trabajo "decente" (y no digo un super sueldazo...).
-no tener cargas familiares.
Yo tengo dos niños pequeños, mi pareja ni en sueños llega a mileurista, es que ni a la mitad de mileurista a veces... y sí, tenemos ahorros, unos pequeños ahorros que no llegan para montar un negocio y que además no nos podemos permitir gastar sin tener garantías de que vayan a crear más dinero. Eso sí que sería irresponsable por mi parte.
Una cosa es vivir con poco dinero, que se puede perfectamente, y otra buscarte posibles deudas muuy chungas y dejar a tus hijos sin comer.
Ah, y lo de las ayudas... al menos en la comunidad de Madrid son una auténtica mierda, no sólo eso sino que te sablean a placer!
En fin, que para montar un negocio hay que tener pasta. Así ha sido siempre y así será siempre. ;-)
Pero no creas, que yo soy optimista eh? Algo saldrá, y no estará mal, ya verás!
Besitos.
Como te entiendo!!Cuantas veces habre oido toooodas esas frases!!! Elegi quedarme en casa. La gente no lo entiende cuando dice que me agobio, que ando corriendo sin tiempo para nada, me dicen que deje a los niños en el comedor, ... No entienden que correr para atenderles es lo que he elegido aunque a veces me queje. Animo y suerte!!
ResponderEliminarAmaya de lalibretadeamaya.blogspot.com
Es que así debería ser... Yo ayer dije que no a un curso de bastantes horas que me moría por dar porque también son muchas horas alejada de mi hijo. Y me hace mucha falta, pero más falta le hago yo a él.
ResponderEliminarSuerte en la búsqueda, y mucho ánimo!