lunes, 24 de marzo de 2014

Soy rebelde porque el mundo me ha hecho así

A veces o te tomas las cosas con humor, o te tiras por la ventana.

Por si algún día mi hijo lee este blog: cariño te quiero mucho, eres lo mejor que me ha pasado y me haces muy feliz, pero si no tuvieras 3 años diría que tienes 15 y un pavo hasta el techo.

¿Cuántas veces puedes decir “no” a lo largo de un día? ¿Y cuántas veces se puede tirar un trozo de pan, o una servilleta desde la trona hasta que pierde la gracia?

Supongo que sólo nos queda la terapia de choque. Me refiero a liberarnos de nuestro miedo a crear un pequeño monstruo que de mayor será un egoísta maltratador y prepotente y dejar de regañarle tanto. Y seguir cultivando la paciencia, claro.

Ahora ya nos mira con cara de bichejo malvado antes de hacer la travesura que toque en esos 5 minutos. Y se ríe. A carcajadas. Por lo menos se lo pasa bien, la verdad es que es un alivio. ¡La reafirmación en uno mismo nunca fue tan divertida!

Aunque también se pasa largos ratos enfadado. Anoche me miró con una cara de desprecio que ni yo en mis mejores momentos. De camino a la ducha, derrotado (en el momento ducha siempre ganamos, la higiene diaria es poderosa), se me ocurrió tocarle al pasar él por delante de mí, todo serio y digno. Creo que le rozé ligeramente un brazo como diciendo “muy bien cariño” y esbocé una media sonrisa. Inmediatamente saltó y gritó: ¡que no me toques! Puso su mejor cara de enfado, retrocedió hasta el sofá y empezó de nuevo a caminar mientras me miraba sin cesar, furibundo. Esta vez NO le toqué, ¡jamás se me hubiera ocurrido volver a hacerlo!

Yo sinceramente pienso que debe estar ya super reafirmado, pero parece que no, porque vamos de mal en peor. No contesta a nuestras preguntas, nos mira con suficiencia, berrinches cada dos por tres, sigue pegando a Nora (aunque también la habla y hace más caso ahora), gritos, retos constantes, todo es no, todo es una lucha...

Su padre decía el otro día que ójala de mayor se dedicara al activismo, que le iba a ir muy bien. Por mí que sea un antisistema, estaré bien orgullosa de eso, pero... ¡¡que acepte de una vez lo de lavarse los dientes, por favor, que cualquier día los vecinos llaman a la policía!!

8 comentarios:

  1. Si le pones un chirri hablasd e Nora

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    1. Jajaja en serio? Yo tenía entendido que tu Nora era una parlanchina, Leo es que parece que ha hecho un pacto de silencio con el diablo o algo así. Excepto para pegar gritos, claro!
      Bueno, cuando encuentres el truco (o uno de ellos) me lo cuentas, jajaja!

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    2. Sí eso sí, habla por los codos, pero el enfurruñamiento es común, jajaja

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  2. Si es que debe ser una edad muy difícil, tienen que aprender y gestionar tantas emociones. Miedo me da cuando mi hijo crezca, si es ahora con 16 meses y ya muestra muchísimo carácter.

    Acabo de descubrir tu blog, me quedo por aquí poniéndome al día!

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  3. Se q para vosotros será difícil... Pero yo me parto con tus post, jajaajaj

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    1. Jajaja de eso se trata Sonia, que me da miedo saltar desde tan alto! ;-)

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  4. aghhh! bichi, solo te puedo dar ánimos, pienso que es normal, pero que sea normal no quiere decir que no haya paciencia que lo resista. Mi nena me preguntaba el otro día, mami, cuando llegue del cole, vas a estar enfadada?
    terrible!
    un beso enorme cielo!
    quili

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