domingo, 12 de julio de 2015

17 días de calor

...y lo que nos queda. En Madrid, donde yo vivo, nos queda aún una semana entera por delante con máximas de 39º y mínimas que el viernes, por ejemplo, serán de 25º. El fin de semana al menos las máximas bajan a 36º.

Parezco el parte meteorológico, lo sé. Pero cuando vives con dos niños pequeños y ultrademandantes en un piso sin aire acondicionado que es un horno (33 grados en el salón y un efecto invernadero de lo más rico), pues acabas mirando la aplicación del móvil de la AEMET cada día como si esperaras encontrar la solución a todos los males de este país.

Y claro, no llega.

Os describo mi estado de ánimo: pesimista, cansada, apática, inapetente, hastiada, de mala leche.

Le sumo unos hongos que se vienen arriba con el calorcito y la humedad de la pisci, los cabrones; dolor de garganta y malestar general que debe ser debido al único virus superviviente a esta ola de calor; mezclo con una mega rabieta de Leo, añado un millón de “mamás” de Nora, 200 caprichos de niña de dos años (de niña mía, claro, las de los demás no son así), 40 peleas de hermanos, 350 gritos infantiles que superan los decibelios de una discoteca de las chungas (¿las hay que no lo sean?)...

Y ya tenéis mi vida.

Me siento recluída en mi propia casa, con escapadas diarias a la piscina, a 10 minutos en coche. Una piscina grande, con sombras, kiosco, ideal para niños... Un lujo de piscina. Pero saber que es el único sitio a donde podemos ir hace que sea un poco asfixiante también. Por las mañanas nos ayudan los abuelos y están con los niños unas 2-3 horas en su casa, que es un chalet y tiene una piscinita inflable.

Comencé la ola de calor yéndome yo solita al pueblo con mis hijos y mis padres. Para qué mentir, un coñazo, la casa es pequeña, para mí incómoda... y aunque mis padres son un encanto y nos llevamos muy bien, ya he comprobado muchas veces qe mejor cada uno en su casa... ;-) Horas muertas en un pueblo de Extremadura, las tardes son largas y las mañanas con ola de calor también. A las 11 era ya imposible salir.

Me salvan los ventiladores de techo, llevamos ya tres en casa. Los amo.

No me apetece leer cuentos, hacer manualidades, inventarme entretenimientos caseros... Ni sacar las témperas, ni jugar a nada. Y en esta casa hay que jugar, o juegas o mueres. Porque por supuesto mis hijos no se entretienen solos.

Necesito salir de esta rutina abrasadora. Sólo espero que la semana que viene sea la última con temperaturas tan altas. Por favor. Y lo próximo será averiguar cómo refrescar un poco esta casa.

Por supuesto, en agosto nos vamos a la playa. Apuesto uno de mis ventiladores a que hace mal tiempo.

Y al final, lo peor es que acabo gritando, enfadada, exploto y pierdo la paciencia en uno de los ataques de Leo, en uno de sus superenfados. Y no es justo, lo sé. Y empiezo a pensar que esto no va a mejorar, que los retos a los que nos somete Leo son cada vez más complejos, difíciles y bestiales. Y tengo hasta miedo. Porque no sé cómo ayudarle, ahora mismo lo tengo clarísimo. Estoy muy perdida. Y muy harta.

Lo que sí sabemos es que vamos a buscar ayuda. Ayuda para él y para nosotros. Despejar dudas, acudir a profesionales y descartar y confirmar lo que haga falta.

Ayer fue un buen día, fuimos a La Pedriza y metimos los pies en el río y luego vimos el castillo de Manzanares el Real y cenamos en una terraza. Me gustó salir de la rutina, Leo disfrutó mucho y Nora... ¡Bueno, dejemos a Nora para otro post! Pero desgasta tanto esta vida, este amor, esta crianza y este vivir entre explosiones de emociones y montañas rusas... Y el calor no ayuda a tener fuerzas ni energía.

Hasta este año, el verano era mi estación favorita y me declaraba fan del Sol.

¿Lo superaremos? Hoy, ahora, no soy capaz de afirmarlo del todo. Espero que sí, deseo que así sea. Juntos. Siempre juntos. 



9 comentarios:

  1. No sé ni que decirte, sólo que mucha paciencia. Álvaro hace unos días estaba igual, con rabietas de campeonato, pero nos hemos ido unos días a la playa y parece otro... Seguro que os viene bien el cambio en agosto, así que ánimo porque ya queda menos.
    Un besazo

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    1. Mi hijo es que no pasa fases de rabietas. Él es intenso y una bomba siempre. Es como una emoción descontrolada con pies y manos y boca. Tiene rachas mejores y peores, eso sí... Como yo, jajaja! Y ahora yo estoy en racha mala.
      Un besazo también para ti, Sonia. :-)

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  2. Ay, me siento igual muchos días. El calor es insufrible y a veces hace que lo veamos todo tan negro... Un abrazo. Ánimo <3

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    1. Muchas gracias!! Me vienen de perlas los ánimos... Hoy no veo el final de esta ola de calor y Leo se ha puesto malo por culpa de ella! Paciencia...

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  3. Lo siento mucho,tiene que ser terrible ese calor y todos lo acusáis...y si encima una esta mala tiene que ser terrible,solo te mando muchos animos!,Izaro no es de muchas rabietas pero es muy demandante quiere tocar todo,que estés todo el rato con ella,estar en brazos mucho rato y entiendo como debe ser tu cansancio porque esta crianza de 24 horas es muy dura y mas con dos!
    Besitos

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    1. Ya me he prometido a mí misma que el verano que viene nos vamos al norte de vacaciones... Y en julio!
      Muchas gracias por los ánimos, hoy estoy mejor y Leo ya recuperado. Son agobios que me dan de repente, pero se me pasan rápido. Aunque el calor hace que me cueste más. Un beso!

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  4. ¡Ánimo Bichilla!
    Yo también estoy parecido con este calor. Los niños también se ponen más nerviosos y el día a día resulta duro. Esos caprichos interminables de niña de dos años yo también los sufro, tranquila, no es la tuya sola.
    Disfruta de la piscina si es lo único que tienes por el momento, al final es lo más cómodo. Por donde yo vivo hay ríos y pantanos pero al final hay que preparar demasiadas cosas para ir y después no resulta tan cómodo para que los niños se bañen.
    Respecto a Leo no te agobies mucho. Consulta a algún profesional y trata de conectar todo lo que puedas con él, porque al final somos los padres los que tenemos las mejores soluciones a los problemas de nuestros hijos. Te lo digo yo que me he recorrido todo tipo de especialistas con la mayor y al final lo que más me ha servido es trabajar mucho yo con ella.
    Hace unos meses que fuimos a la Pedriza y vimos el castillo ¡Nos encantó!
    Espero que los virus os dejen pronto y sobre todo que te animes.
    Pásate por mi blog, que tengo un premio para ti!

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  5. ¡Ánimo Bichilla!
    Yo también estoy parecido con este calor. Los niños también se ponen más nerviosos y el día a día resulta duro. Esos caprichos interminables de niña de dos años yo también los sufro, tranquila, no es la tuya sola.
    Disfruta de la piscina si es lo único que tienes por el momento, al final es lo más cómodo. Por donde yo vivo hay ríos y pantanos pero al final hay que preparar demasiadas cosas para ir y después no resulta tan cómodo para que los niños se bañen.
    Respecto a Leo no te agobies mucho. Consulta a algún profesional y trata de conectar todo lo que puedas con él, porque al final somos los padres los que tenemos las mejores soluciones a los problemas de nuestros hijos. Te lo digo yo que me he recorrido todo tipo de especialistas con la mayor y al final lo que más me ha servido es trabajar mucho yo con ella.
    Hace unos meses que fuimos a la Pedriza y vimos el castillo ¡Nos encantó!
    Espero que los virus os dejen pronto y sobre todo que te animes.
    Pásate por mi blog, que tengo un premio para ti!

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    1. Muchas gracias Mayte. A veces caigo en eso de pensar que lo que tienen los demás y lo que viven los demás es mejor. Y no es cierto ni es bueno para mí pensar así. Mis hijos son como son y yo también, y funcionamos lo mejor que podemos.
      Con Leo intentamos no agobiarnos pero a veces cuesta, buf. Es que no se deja ayudar mucho... :-( Ya iré contando por aquí algo. La verdad es que es un tema que me da reparo exponer en el blog. Las rabietas, enfados... Me dan igual, pero hablar ya de posibles "problemas mayores" me da demasiado respeto.
      Un besazo grande Mayte, ahora paso por tu blog!!

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