Dos años desde el 16 de enero. 11 kilos y 84,5 cm. Cuando tienes dos hijos, muy seguidos, dicen que los dos primeros años son los peores y luego ya todo va para arriba. Veremos.
Los terribles dos... Con Leo fui muy consciente de lo que significaba esta frase. Su primera rabieta me hizo llorar y asustarme mucho. Con Nora está siendo diferente, supongo que la experiencia es un grado, pero además ella no tiene ataques tan brutales, o al menos no son tan frecuentes.
Pero vamos, sus rabietas tiene. El
otro día en el parque me la llevé llorando en el carro (me costó
la vida meterla) hasta casa. Hipando y en bucle totalmente. Se tira
al suelo, te pide brazos pero luego te los rechaza... Lo típico. Al
final pide teta, y con teta se calma. Si es que son todos iguales.
:-D
Tiene mucho genio, no
acepta órdenes y está deseando que la digas que hay que hacer algo
para decirte que no con una sonsira y salir corriendo en dirección
contraria. Vestirla y cambiarla el pañal son dos cosas dificilísimas
de hacer sin llantos de por medio. Se te escurre en el cambiador, se
da la vuelta e intenta levantarse. “E pie”, dice. A veces me desespera hasta límites insospechados, ¿por qué mis hijos gritan y lloran y protestan tan fuerte y no se rinden nunca?
Sigue poniendo esas caras
tan graciosas, te mira sonriendo hasta el extremo y cierra los
ojitos. Muy payasa. Y le gusta también poner cara de enfadada y
después reírse, igual piensa que te ha timado. Es muy expresiva. A veces la dices “Nora, al
baño”. Y ella ni te mira, sólo dice: “No (pausa). Nono”, poniendo
boquita de piñón y entrecerrando los ojos. Sólo le falta decir:
“te estás equivocando mamá”.
Lo que más le gusta
sigue siendo correr, saltar y bailar, y si es con Leo mejor. Las
coreografías de los cantajuegos las controla a la perfección (sí,
hemos vuelto a los cantajuegos). Y, ¡oh sorpresa! Frozen ha
entrado en nuestras vidas. A Leo se le está pasando ya, pero Nora...
Se levanta y se acuesta con el “Ana” en la boca. Eso sí, esta película ha terminado de despertar en Leo su amor de hermano. Ya os contaré.
Le gusta mucho la
pequeteca, sobretodo cuando cantamos, y los niños en general. Esto
es una novedad para mí, Leo a esta edad no tenía ningún interés
por ningún niño. A Nora le gustan los hijos de mis amigas, les da
abrazos, y en la pequeteca juega a veces con sus compañeros a
correr. Habla de ellos en casa y les nombra. No es extremadamente
sociable, tiene su puntito de timidez y de estar siempre cerca de
mamá, pero si hay columpios de por medio o algo que la atraiga lo
suficiente, se olvida de mí un poquito. ¡Y eso me encanta! Las que tengáis
niños hiperdemandantes lo entenderéis. Cosas como que yo la diga si
quiere darle un beso a su profe y ella diga que sí y se vaya al otro
extremo del corro a dárselo me dejan alucinada. Es verdad que luego
se queda allí delante, mirándola, sin atreverse a hacerlo, como si
no quisiera invadir su espacio hasta que la den permiso. Y entonces
la profe le dice ¿me das un beso Nora? ¡Y ella se lanza a sus
brazos!
En temas de motricidad
gruesa va lentita, pero pone empeño y ganas. Ya baja bordillos
solita, no quiere que la ayudes. Pero es prudente, si ve que no puede
te alarga la mano. Las escaleras con ayuda. Sigue practicando el
salto y ya levanta a veces los dos pies. Cuando la dices que vamos a hacer algo que le apetece mucho da saltos de alegría mientras grita: "¡Beeeen!" ¡Y se quiere subir a todo!
Ponerse de pie en el sofá, en la mesa del salón, ¡en el balancín de vaca que tenemos en casa!
Y claro, yo que sé cómo es, pues doy la impresión de madre
sobreprotectora, pero es que en este aspecto no es como una niña de
dos años sino como una de año y medio. De hecho ya empieza la gente
a pensar que es más pequeña de lo que es, esto me pasaba también
con Leo, jajaja.
En cambio con la
motricidad fina va más adelantada, casi coge mejor los cubiertos que
Leo. Y también pinta bastantes garabatos, maneja el pincel... El
otro día en la pequeteca se pringó las manos de témpera y estaba
encantada. Quizá está empezando a superar la fase de “ me da asco
mancharme”. Claro que anoche se cayó en la bandeja de la trona una
gota de yogur y me pidió la servilleta y estuvo frotando hasta que
no quedó ni una partícula blanca. Acercaba mucho la cara a la
bandeja, concentradísima, buscando restos.
Habla mucho, frases
enteras aunque con pocos verbos aún. Con su hermano mantiene unas
conversaciones graciosísimas. Ya pone adjetivos a los nombres, y
cuando no sabe decir algo completa con “aaaaaaaa”, entonando como
si estuviera hablando. ¡Y canta! Las últimas sílabas o la última
palabra de cada verso, pero sí, canta. También dice ya su nombre y
empieza a practicar con los pronombres. Se hace unos líos muy
graciosos con el tú y el yo. También ha aprendido ya a decir “mío”,
ejem...
Es muy cariñosa, da unos
abrazos y besos que te cargan de energía. Me parto de risa con ella
y en muchos aspecto es una niña fácil. Cabezota, un poco intensa,
¡pero cuando tienes un Leo en tu vida todo te parece chupao!
A veces hasta entiende por qué no le dejamos hacer algo si se lo
explicamos. Me pongo de cuclillas para estar a su altura y ella
entonces se pone de cuclillas también y me mira con la misma cara
seria con que la miro yo. ¡Imita muchísimo!
Se levanta por la mañana
y si Leo no se ha ido al cole todavía corre a saludarle: “hola
Leo, hola Leo”. Luego pide “tato” (ni idea de por qué llama
así a los cantajuegos) y su “eche pan” (pan de leche con
mantequilla y mermelada). “Ahí mamá, ahí”, señalando el sofá.
Y empieza la lucha para que se siente en la trona a comer. Porque no
aguanta más de 5 minutos sentada. Acaba muchas veces comiendo de
pie, dando vueltas por el salón, acercándose de vez en cuando a la
mesa a pedir “ma”.
Ya se lava las manos
solita. Se quita las zapatillas y los calcetines. Ponérselas es otra
cosa, claro. Las de Leo sí se las pone, y anda con ellas y todo,
jajaja. Y sigue teniendo esos ratos mágicos de entretenerse solita
con algún juguete. Pocos, cortos, pero ahí están.
Está cambiando muy
rápido, creciendo mucho. Con sólo 9 meses más, ¡Leo empezó el
colegio! A ella por suerte le queda mucho aún, cosas de ser de principio de año. Pero en breve será
ya una niña “hecha y derecha”, sabrá hablar, expresarse,
dejará el pañal... Dormirá del tirón... ¿dormirá del tirón?
¡¡¡Que duerma pronto del tirón, por favor!!! ;-)
¡Ah! La corona la hizo Leo. Así descubrimos lo bien que recorta. :-)
¡Feliz maternidad!
Muchas felicidades para esa preciosidad de niña. Me la imagino tan graciosa.... Besos@
ResponderEliminarLo es!! Yo me parto con ella, me tiene loca :-P
Eliminaray que bonita tu peque y muchas felicidades! Tiene que ser dificil tener dos con las rabietas,mucho animo y paciencia! por aquí estamos empezando con ellas,de momento no han sido muy intensas pero que complicadas son ainss
ResponderEliminarBesitos
Muy muy difícil, para mí al menos. Los dos son de armas tomar! Pero la verdad es que Leo se va haciendo mayor y la cosa va mejorando. Poco a poco, pero va mejorando.
EliminarMás besos para ti!
Lo primero FELICIDADES a la preciosa de la casa, madre mía dos añazos ya!!! Qué graciosa, en casa el peque también es menos tímido que el mayor, nos choca mucho que al llegar a un parque salga pitando hacia los niños jejeje Ernesto hacía lo contrario se agarraba a nosotros y ahí se quedaba, no le gustaban los parques con niños, ahora ya no es así.
ResponderEliminarY que bien que sea de enero, más tiempo de disfrutar de libertad sin colegio, que los de después de septiembre como dices entran muyyy pequeñicos!
Muchos besicos playeros y paciencia en tema rabietas no hay otra... ommmmm!
Sí, tienes razón con lo del cole, con 3 años y medio ella va a seguir sin esa atadura, no me lo imagino, qué guay! Ójala pueda seguir disfrutando yo de ella a tiempo completo como hago ahora!
Eliminar¡Ay los terribles y maravillosos dos años!
ResponderEliminarPoco a poco ves como dejan de ser bebés y se convierten en niños grandes. Disfrútalo mucho (aunque duermas mal) que ya no vuelven. Acompaña sus rabietas . Llora y ríe con ella...
Felicidades a tu pequeña . Muchos besos.
Muchas gracias Mayte!! Sí, disfruto mucho porque además sé que seguramente será la última vez que pase yo por esta etapa. Me río mucho con ella, llorar... A veces me dan ganas pero me contengo, jajaja!
EliminarUn besazo!
Muchas felicidades a la peque!!!
ResponderEliminarTiene que ser curioso poder comparar entre dos hermanos, no me refiero a compararles para ellos, sino el que una madre pueda ver esas diferencias entre dos hijos criados igual...siempre me llamó eso la atención!!
En cuanto a las rabietas, ayyyyyyy mucha paciencia, nosotros estamos teniendo mucha suerte, UBMF no tiene rabietas, a ver, se enfada pero no esos episodios sin fin tan malos para ellos y para nosotros.
Disfruta mucho de tus peques.
Besossssssss
Es muy curioso, sí. Te das cuenta de que tienen su propia personalidad desde que nacen. Al final casi todo el mérito es de ellos, no de cómo les criamos nosotras! ;-)
EliminarPues qué suerte con las rabietas... Se pasa mal, dan ganas de pegar cuatro gritos, te pones de mala hostia y además muchas veces no puedes hacer nada, con lo cual sientes impotencia. Nosotros seguimos con rabietas de Leo, a sus cuatros años. Menos, pero las hay... Tiene un carácter muy especial, para lo bueno y para lo malo. :-)