martes, 14 de agosto de 2012

Nuestro tiempo

Hoy una entrada de Mamá sin complejos me ha dado ganas de escribir sobre esto. Su post se llama Sin prisa pero sin pausa y habla del “slow parenting”. No conocía este término aplicado a la crianza, sí había oído hablar sobre el movimiento en general, una forma de ver la vida más calmada, relacionada con un menor consumismo también. Recuerdo haber visto algún documental.

El caso es que sin saber apenas nada sobre esto, me atrae bastante. En mi caso sin radicalismos, adaptándome a las circunstancias “convencionales” de mi vida... pero me siento bastante identificada.

Desde bastantes años antes de quedarme embarazada tenía claro que me cogería una excedencia para cuidar de mi hijo el mayor tiempo posible. Sabía que los pequeños ahorros que iba reuniendo eran en parte para eso. Esto también es así porque para mí el trabajo nunca ha supuesto nada más que una manera de ganarse el pan, como se suele decir, y realmente no tengo casi ambiciones laborales. Tengo preferencias, por supuesto, pero lo más importante para mí siempre ha sido tener un trabajo que me permita disfrutar de tiempo libre, aunque eso suponga tener menos dinero.

Ahora, 21 meses después de parir, no me arrepiento nada de haber tomado esa decisión. Cogí 6 meses de excedencia, la amplié 4 meses más y al volver a mi trabajo me echaron (con un despido improcedente, mis 2 años de paro y una buena indemnización, llegando a un acuerdo conmigo, claro, porque tanto ellos como yo sabíamos que no podían despedirme). Unos meses después hubo un ERE en mi empresa que dejó fuera al 25% de la plantilla con unas condiciones mucho peores que las de mi despido. Cada día lo pienso y todavía alucino con la suerte que tuve al recibir esa “oferta” y lo bien que hice aceptándola, pensando en que podría dedicarme a Leo sin prisas.

Ahora disfruto de mi hijo las 24 horas del día. El papi trabaja pero sólo unas horas por la mañana y desde casa, así que imagináos lo fácil que está siendo todo para nosotros. Fácil con matices, claro, que criar a un bebé a tiempo completo y más como Leo, tan apegado y demandante, no es nada sencillo y sí muy cansado.

Nuestra vida no tiene muchos lujos, pero tengo que decir que tampoco nos privamos de nada que realmente queramos, y eso que nuestros ingresos no son altos ni demasiado estables. Cada familia sabe qué quiere y cómo lo quiere, nosotros hemos establecido nuestras prioridades y entre ellas no está tener una casa en propiedad, ni grandes vacaciones, ni coche, ni una decoración exquisita en casa, ni cosas compradas a plazos, ni tarjetas de crédito... En fin, que se puede vivir muy bien con poco dinero. Incluso ahora me estoy sacando el carnet de conducir y mi idea es comprarme un coche con parte del dinero de mi indemnización; esto sí va ser un gran gasto, pero muy meditado.

A veces alucino cuando algunas personas dicen que quieren tener hijos pero que no pueden permitírselo, teniendo dos trabajos en los que ganan más de 1.000 €. Eso sí, cogen 3 aviones al año para irse de vacaciones y gastan cientos de euros al mes en su ocio personal. No me parece mal, sólo me sorprende que afirmen que quieren pero no pueden tener hijos. Yo he elegido “gastar” tiempo en mi hijo, criarle, acompañarle, educarle y amarle con calma, sin prisas. No va a una escuela infantil bilingüe, no madruga, no me obsesiono porque “sociabilice” con otros niños, él vive mi vida y mi vida no incluye las prisas. Eso sí, momentos de estrés hay, ¡que soy madre de un bebé de 21 meses y tengo otro en la barriga desde hace 17 semanas!

Juntos leemos cuentos, vamos a la piscina, al parque, nos perseguimos, jugamos a la pelota, vemos vídeos infantiles en el ordenador, nos hacemos pedorretas, él nos ve cocinar, nos ve comer y come con nosotros, nos acompaña cuando vamos a tomar algo a una terraza, cuando vemos a nuestros amigos. Espera pacientemente (o no) cuando estamos en la ducha. Se viene a comprar el pan y protesta cuando queremos ver algo en la tele o leer algo durante 5 minutos y él se aburre. Nos enfrentamos a las rabietas y va aprendiendo que mamá y papá no pueden estar toooodo el rato hacíendole caso, poco a poco va jugando solo más tiempo (5 minutos... ¿cada 2 días?), se acostumbra a las rutinas de su propia familia, tenemos tiempo para enfadarnos y reconciliarnos 3 ó 4 veces al día, se despierta y nos despierta, se duerme mientras le canto... Disfrutamos del lujo de vivir los tres juntos muchas horas al día, y de ocuparnos los dos de nuestro hijo, pudiendo además turnarnos para tener nuestros ratitos de ocio en soledad, o realizando las tareas menos agradables mientras el otro se ocupa del peque.

El tiempo es indispensable para esto, y creo que también no estar sola. Teniendo estas dos cosas, es posible criar “en slow”. Otro gallo cantará, como decía Belén en su post, cuando nuestro hijo se incorpore al maravilloso sistema en el que sobrevivimos... O cuando yo tenga que buscarme un curro de mierda por 4 duros que me robe 10 horas al día (¡buf, espero de verdad conseguir uno que me robe unas cuantas menos!) De momento, y por suerte, estoy en una especie de “stand by” maravilloso. Me queda (al menos) un año, y voy a seguir disfrutándolo al máximo.

4 comentarios:

  1. Es la mejor manera de vivirse a los hijos y que te vivan a ti, a mi me cogio el embarazo de sorpresa y aun seguia estudiando, pero desde que lo supe decidi tomar por lo menos un año para poder amamantar a mi bebe, cuidarla y no dejarla "tirada" en un maternal... Preferi dejar algunos "lujos" para verla reir y jugar tooooodo el dia, ahora tiene 5 meses y me alivia saber que la conozco muy bien y se que pasa con ella, no como otras madres que no tienen la suerte de llegar a los 4 meses en casa, arriba el slow con que lo tomamos algunas madres! :) y por esa crianza con apego

    ResponderEliminar
  2. Nosotros también optamos por estar con ellos y creo que es la mejor decisión que he tomado en mi vida. Considero que tengo mucha suerte de poder quedarme en casa y ser yo quien cuide a mis peques. Me encanta hacer cosas con ellos y, sobre todo, que tengan su tiempo, que duerman lo que quieran, sin prisas. Así que ahora, que nos toca ir al cole, no se qué tal vamos a llevar lo de los tiempos 0_0. En fin, que somos muyyyyyyyyyyyy afortunadas y nuestros peques también.
    Un besazo.
    Por cierto, te he dejado un premio aquí:
    http://tresamoresyunmillondeaficiones.blogspot.com.es/2012/08/premio-gracias-por-tu-amistad.html

    ResponderEliminar
  3. Yo también tuve que tomar una decisión difícil según está el tema laboral. En breve tendré que volver, y las cosas no han mejorado sino empeorado, así que no sé que pasará. Hay cambios en mi vida que quiero hacer y todo gira en torno a mi saltamontes. Él me ha hecho feliz, y pasaré mi vida haciendo todo lo que pueda por él, por mí, y por compartir nuestras vidas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buf, pues mucho ánimo para esa vuelta, seguro que te adaptas bien. Un beso!

      Eliminar