jueves, 14 de marzo de 2013

Un final y un nuevo principio...

Tengo encima un cansancio extraño, que no es por falta de sueño. Como decía en la anterior entrada, parece que los días pasan sin razón ni sentido. Supongo que influye el tiempo que ha hecho, lluvias y frío, que nos han tenido en casa más tiempo del que nos gustaría. Después ha llegado la gripe y llevamos ya 10 días enfermos. Además, en general el primer mes después de nacer Nora ha sido de adaptación, de ensayo-error, de hablar y hablar y a veces desesperar hasta que hemos encontrado una cierta calma. 

Pero la cuestión es que me levanto por las mañanas y... ¡no tengo nada que hacer! No tiene mucho sentido decir esto cuando tienes un niño de 28 meses y una niña de 2, ¿verdad? Me levanto, desayuno y me ducho si mi chico está disponible, doy de mamar a Nora, hacemos cambios de pañal, desayuna Leo... Y a ver dibujos. Cada vez pide más tele y ordenador: Calliou, Pocoyo, Dumbo, Cars... Me he relajado mucho con este tema desde el embarazo. Así yo podía descansar un poco. Mientras tanto echo un vistazo si puedo a blogs y foros amigos, pero tampoco puedo concentrarme en escribir ni leer mucho porque Leo pide cambiar de vídeo cada dos por tres, o se levanta y se da una vuelta, o se pone de pie en el sofá... Lo normal, vamos. Así que mi hijo es un adicto a los dibujos... ¡y para colmo yo no puedo ni siquiera aprovechar eso para hacer otras cosas!

Luego por supuesto hay que ocuparse de Nora, con lo cual cualquier actividad se interrumpe, y si por suerte Leo y yo estamos jugando, pues también. Además Leo se cansa de todo enseguida pero me reclama constantemente, para cualquier cosa, y últimamente casi siempre entre lloros. Lo que quiero decir es que mi vida está hecha de “trocitos” de tiempo muy pequeños e interrupciones constantes.

Antes de que el papi se pusiera malito habíamos establecido una “rutina” vespertina que nos iba bien. Leo va a una pequeteca dos días en semana con los abuelos, y otro día a la semana (o dos, a veces), se iba a pasar la tarde con los otros abuelos. Así que durante unas tres horas, 3 ó 4 días a la semana, podíamos estar “libres” (con Nora, eso sí, pero ya no es lo mismo). Esos días seguimos pasando mucho tiempo con Leo, todas las mañanas y parte de las tardes, pero esos ratos nos sirven para descasar un poco y hacer cualquier actividad que suponga emplear más de 10 minutos seguidos. Si Nora nos deja, claro. Por las mañanas, yo salía al parque con los dos. Pero como digo empezó enseguida el mal tiempo...

Sé que este estado de ánimo tiene mucho que ver con lo que hemos vivido los últimos días. Yo necesito salir, relacionarme con más gente, soy muy casera pero muy social también. Tengo ganas de que todo se asiente de nuevo, de que estemos sanos y podamos hacer planes fuera. Y entonces quizá se me quite un poco esta sensación de vacío y de estar encarcelada.

También sé que una etapa está llegando a su fin. Si Nora no estuviera aquí, diría que mi puerperio (el de Leo) está acabando (mi puerperio... ¿y quizá mi paciencia?). Hace poco leía en un blog (he intentado encontrar la entrada pero no recuerdo qué blog era) sobre el final del puerperio, de repente tienes ganas de hacer cosas que no tienen nada que ver con tu papel de madre, tienes ganas... de salir de tu piel de madre y meterte en esa otra que casi no usabas desde hacía tiempo. No sé si yo estoy pasando por esto debido al agobio de ser mamá reciente de dos enanitos, o es que realmente se me ha juntado la salida del de Leo con la entrada del de Nora... ¿Es esto posible?

Nunca, nunca me arrepentiré de haber estado con Leo estos casi 3 años que voy a cumplir en septiembre de 2013, los he disfrutado y disfruto muchísimo y simplemente es la forma que yo he elegido de criar a mis hijos (bueno, y un poco la que la vida me ha plantado delante al dejarme sin curro), con sus cosas mejores y fáciles y sus cosas peores y más complicadas, pero ahora está empezando a ser duro de verdad. Lo bueno es que sé que en septiembre empieza el cole, nos veremos mucho menos y comenzará otra gran etapa de nuestra vida, y eso me hace enfrentarme al ahora con muchas más ganas y querer disfrutar mucho del tiempo que nos queda, que además en breve va a estar lleno de sol y menos frío (¡que hoy ha nevado, hombre ya!).

En resumen, tengo poco tiempo en exclusiva para Nora, poco tiempo en exclusiva para Leo, poco tiempo para mí, poco tiempo para cualquier actividad que no sea cambiar pañales, dar teta a alguien (del tándem hablaremos otro día), resolver algún enfado o llantina... ¡y últimamente pocas ganas de nada excepto de huir!


Pero sé que pasará, y que seguiré disfrutando de mis hijos como disfruto viéndoles cada día, sé que vendrán días mejores y que mientras tanto no voy a perder el tiempo culpabilizándome de nada. ¡El objetivo es ser cada vez menos una “drama mamá”!

¿Cómo habéis vivido la maternidad las mamás de 2 (o más) que se llevan tan poca diferencia de edad? ¿Os agobiásteis así al principio? ¿Y después? ¿Me dáis un poco de esperanza?

Termino prometiéndome a mí misma escribir una entrada pronto sobre mis dos maravillosos hijos, sus monerías, ruiditos y gracietas.

Y con esta promesa... os deseo feliz maternidad. :-) 

3 comentarios:

  1. Muuucho ánimo lo primero yo prontito tendré la experiencia de dos! y a veces ya pienso en como será, se que los momentos duros estarán ahi y dificiles serán de llevar! pero creo que andamos por etapas y todo fluye y pasa.
    A demás es normal que la falta de tiempo para uno mismo o para dedicar en exclusiva pase factura y sinceramente lo que más pasa factura, por lo menos es lo que pienso y noto es la falta de solllll y de buen tiempo, el humor cambia y las perspectivas también.
    Muchos besos energéticos, de ánimo y de paciennncia jejejeje.

    ResponderEliminar
  2. Esto pasara!!! Eso te lo aseguro!!! Aunque te aviso de que vendran otras etapas.. tambien dificiles, pero llenas de buenos momentos!
    Nosotros ahora estamos totalmente adaptados todos, pero el peque ya no es tan bebe y se muere por coger y chupar todos los juguetes de su hermana mayor...y a ella le da muchisima rabia (cosa que entiendo perfectamente!), porque ella se pone a pintar o a montarse sus historietas con sus muñecos y llega el chiquitin y se lo desmonta todo.... Y ella responde empujandole para apartarlo y que no le moleste (que tambien lo entiendo perfectamente!!!), el problema es que "no controla" su fuerza y el que siempre acaba perdiendo es el pequeño....
    Ya veras que todo pasa, y al final te quedaras con los buenos recuerdos! Intenta aprovechar cada segundo de ellos, yo me paso el dia tirada en el suelo jugando con los dos... y cuando nos agobiamos o empiezan a lloriquear por todo y no podemos salir a la calle, pongo musica cañera y nos ponemos a bailar, saltar y gritar como locos! Para liberarnos!!! ;))

    Ya no queda nada para el buen tiempo!!!

    ResponderEliminar
  3. Pero sí, mujer, obvio!!! y más si no tienes ayuda y estás sola y parece como que bueno, te has comprado juguete nuevo, y todos "Ay, qué lindo!", pero nadie darte una mano. Suerte la tuya que los abuelos te acompañan, a mi hija mayor ni a la plaza la llevaban (ni la llevan).
    Pasa, hay que darle tiempo al tiempo y contar hasta 10. Pasa tan rápido en realidad.
    Y sí, esa sensación de que no hice naaada en el día, es constante. Y cuando tengo tiempo, no se que hacer.

    ResponderEliminar