miércoles, 26 de septiembre de 2012

Paciencia...

Seguimos imbuídos en nuestro papel de padres preocupados. Leo está en plena adolescencia, la de los dos años. Es triste pensar continuamente que tu hijo es un fastidio, no me gusta estar así y no me gusta ver a mi pareja así.

El mayor problema ahora mismo creo que es que nos pega. Nos pega, nos muerde, nos araña... Esta tarde su padre le ha cogido en brazos y él ha aprovechado para morderle bien fuerte en el hombro. De la que el papi gritaba y le apartaba, Leo le arañaba la cara. Esto ha sido después de estar en la calle tranquilísimo, pero es entrar en casa y se vuelve loco. Se ha puesto a tocar la cadena de música y el DVD, apretando los botones con su dedito. Sabe que no queremos que haga eso y le hemos regañado. Como no hace ni caso, al final he optado por trasladarle yo al otro lado del salón e impedirle el paso sentándome en mi pelota de pilates. Parecía que no le había importado, se ha puesto a tirar sus juguetes por el suelo (no cabreado, sino como si jugara a cualquier otra cosa, es su pasatiempo favorito) y después ha sido cuando su padre le ha cogido en brazos para cambiarle. No es que no quisiera ir con él, no se ha resistido... Siempre es así, de repente pega. Y te dice que es que quiere pegarte, y tú le dices si quiere que mamá esté triste y te dice que sí. Es genial mi niño, eh?

No sé si no entiende el concepto de “no”, no sé si le estamos pidiendo mucho para la edad que tiene (23 meses). Parece que lo entiende todo, y eso que apenas habla, pero cuando le decimos que no haga algo... es como si su cerebro no lo procesara. De hecho, él asiente, nos dice que sí... ¡joder es que parece que nos escucha atentamente! Y dos segundos después... vuelve a tirar la comida al suelo desde la trona, por ejemplo. Ya no sé si le pasa algo, si esto es normal o no, si debería al menos “hacer caso” en algo o algunas veces...

Y como os decía, estoy harta de tener este sentimiento presente siempre. Vuelvo a pensar en ir a la pediatra y contárselo todo, lo mejor que me podría pasar es que se riera de mí en mi cara, ¿no? Lo malo es que no termino de confiar en mi pediatra...

Ah, también chilla. Mucho. Muchísimo. Lo hace cuando le regañamos, en plan: “no quiero escucharte”.

Y me da rabia porque es un bebé maravilloso. Porque sé que es muy especial. Porque es inteligente, mimoso, cada día más risueño... Porque en cuanto te dedicas a él se vuelve el niño más dispuesto y complaciente (bueeeno, o casi el que más). Sé que nos necesita mucho y nos lo demuestra cada día. Va haciendo avances a su ritmo, poco a poco, en el habla, con la comida, corriendo, saltando, subiéndose a los columpios... Poco a poco empieza a relacionarse más con la gente, tanto adultos como niños. Cuando su padre o yo estamos fuera un rato y volvemos a casa (o viceversa), viene corriendo a abrazarnos gritando mamá o papá, emocionado.

Es un niño estupendo con un genio incipiente que nos va a dar a todos más de un disgusto. Al menos es lo que parece ahora, quién sabe dentro de un año...

Pero lo mejor de todo es que esto no para. Cuando pienso que dentro de un año estará empezando el cole me muero de miedo, pero a la vez me alegro porque sé que Leo seguirá creciendo, aprendiendo, sintiendo y viviendo cada vez más cosas, y nosotros con él. Sé que quiero acompañarle por muy difícil que sea hacerlo, y sé que me va a hacer inmensamente feliz. Es increíble comprobar que no me rindo, yo que soy la persona con menos fuerza de voluntad del mundo, yo que lo dejo todo a medias, yo que si algo se tuerce y veo que me va a complicar la vida, lo dejo atrás y cambio de tercio... ¡Pues no me rindo y no me cuesta no rendirme! Esto no es otra cosa que amor. Lo reconozco bien porque lo llevo experimentando 19 años con mi chico... Con él tampoco me rindo (ni él conmigo), y por eso tenemos la historia de amor más hermosa del mundo.

Creí que nunca viviría nada igual, y voy por el camino de empezarlo por tercera vez con mi niña.

Qué pasada.

7 comentarios:

  1. Acertividad :) la manera de decir bien las cosas, quiza hace falta que le expliques algo de lo que hace o dice, recuerda que el etiquetarlo no le hace bien, ni tampoco a ti, eso si, disgustos habran, pero el amor lo puede todo, saludos!

    PD: te dejo un video http://www.youtube.com/watch?v=O28qME0gW-c

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias preciosa! Ahora no puedo ver el vídeo, lo haré esta noche.

      A Leo le explicas las cosas y no sirve. Parece que sí, él te escucha... pero no puede asumirlo, no le sale. Es cierto que cuando te pones en su lugar es más fácil para los dos, pero la rabieta no la evitamos, ni los mordiscos... :-( Eso sí, se pone contentísimo al ver que le comprendes; cuando le dices: qué pasa, que quieres pegar?? Él te mira como diciendo: por fin lo has pillado, qué pareces tonta!!, jajaja.

      Eliminar
  2. Jeje, hoy hablamos de lo mismo y es que mi Pequeñín tiene también unas rabietas impresionantes.

    Ánimo y muchos besitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. También para ti, a ver si hacemos acopio, yo espero tener una gran reserva para enero! ;-)

      Eliminar
  3. Bichilla, todos hacen lo mismo, así que no pasa nada! Pero a veces hay que contar hasta 10 o estallar. Mi pequerrecha te mira, parece que te entendiera todo, te contesta "sí, sí, vale" y a continuación o sigue con lo que estaba haciendo o si no le dejas hacer lo que sea se enfada mucho. Y llora y llora. Lo que pasa que el llanto no le dura más de un minuto, quiere llorar, que yo esté junto a ella, y teta.
    Y sí, algo pega pero no mucho. Y lo que hace que me imagino que es de la basura de la guardería es decir, "mala, mala!", a mí por ejemplo, cuando yo jamás la he llamado así. Y no me gusta nada ese término ni por supuesto que ella lo use. Y no sé cómo hacer para que lo olvide.
    Es una etapa muy difícil pero bueno, están creciendo.
    A mí me da mucha pena el colegio para el año, me sigue pareciendo un bebé que con quien tiene que estar es conmigo. Otro abuso contra los niños como otro cualquiera.
    un beso cielo y ánimo, tienes un hijo precioso y encantador y una hermanita en camino.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes mucha razón Quili. En todo. Ánimo para ti también y calma con lo de la guarde... A ver si con el cole tienes más suerte y al menos te quedas un pelín más contenta... A mí me parece también Leo taaan chiquitito para empezar ya el año que viene!

      Eliminar
  4. Hola preciosa! Todo lo que cuentas es un fiel reflejo de lo que hacen mis peques. Piensa que es normal lo que pasa, que también es normal como te sientes. Lo del cole es un abusoooooooooo, ainsss, tan peques y ya con tantas normas.
    Cuidate mucho cielete, y a ver si te llamo cuando saque un rato entre los peques y los cursos.
    Un besazo!

    ResponderEliminar