viernes, 15 de enero de 2016

Cosas que dicen, que hacen... y que me hacen seguir a mí (IV)

 

En estos meses sin escribir mis hijos han evolucionado mucho. Leo ha cumplido 5 años y hace muchas cosas “de mayores”. Gestos, ironías, registros de voz... Comparte mucho más lo que le pasa, sobretodo en el colegio, y también lo que piensa, lo que se le viene a la cabeza de repente. Además está avanzando mucho en lo social, ahora juega mucho con sus compañeros en el cole y tiene preferencias por ciertos niños, con los que está casi siempre en el recreo. Si vamos al parque por la tarde y se encuentra con algún niño o niña de su clase se pone muy contento y enseguida se va a jugar con él o ella. Y con los hijos de mis amigas está más suelto, más resolutivo, con mucha más iniciativa. El otro día estuvimos con una amiga mía y su hijo, y esta amiga había quedado con otras tres que tienen hijos también, a los que Leo apenas conoce. Pues estuvo jugando tan feliz toda la tarde, sin miedos ni vergüenzas. Yo sonreía cuando le oía llamar feliz a uno de esos niños a los que ha visto tres veces en su vida, gritando para que fuera a continuar el juego con los demás.

Me pasó también con otra amiga que tiene dos niñas de la edad de mis hijos. Su hija mayor y Leo son tímidos, reservados... y jamás habían jugado juntos cuando habíamos quedado. Estas navidades alucinábamos las dos al verles partiéndose de risa en casa, interactuando, hablando entre ellos y jugando también con las hermanas pequeñas. ¡Es maravilloso verles así!

Nora ha crecido también mucho. Habla y conversa como una abuelilla a veces, tiene mucha picardía e intenta conseguir todo lo que quiere utilizando la palabra. Si no quiere ir a la ducha se inventa cualquier historia absurda mientras te dice: espeeera mamá, que aún no he terminado de hablar. Te quiero contar una cosa, ¿no te das cuenta? Es queeee.... el cielo es azul, y entoooonceeesss.... yo estaba en el salón, y entooonceees... tú venías, y entooooncesss... Leo cogió un muñeco mañana y entonceees... y así hasta el infinito o hasta que la pobre acaba llorando porque la tengo que cortar y llevarla en volandas, ains.

Sigue imitando en todo a Leo, en gestos, en frases y en acciones. ¡Y se llevan como el perro y el gato! Casi no juegan juntos, y cuando lo hacen es durante muy poco tiempo y a cosas muy brutas que suelen acabar con alguno de los dos llorando. A veces voy de un lado a otro del salón porque los dos me reclaman continuamente en sus juegos.

Nora me dice mucho que me quiere, y si me voy un rato, cuando vuelvo salta de alegría y se abraza a mis piernas y dice sonriendo: "¡mamá, creía que no ibas a volver nunca!" o "mamá, me alegro de que estés aquí" (bueno, también lo hace cuando he ido al baño). Es un poco desesperante porque su necesidad de mí parece que es cada vez más grande. Me dice que me quiere porque soy muy guapa, ¡y me coge la cara con sus manitas y me lo dice mirándome a los ojos! Para comérsela... :-)

Para muestra, una conversación hoy en el coche, yo con ellos volviendo de casa de los abuelos:

Leo: ¡¡mamá, mañana es viernes, tenemos que hacer la corona para el cumpleaños de Nora!! (el sábado cumple tres años).
Yo: sí, mañana lo hacemos, pero Leo, recuerda que es una sorpresa para Nora (Nora está en la silla a su lado y no hace ningún comentario, a saber si nos está prestando atención o está en su mundo de fantasía lleno de mamás y bebés en el que vive 16 horas al día).
Leo: pero mamá, ¿¿cómo vamos a hacerla sin que se entere, si Nora quiere estar todo el rato con mamá??
Yo: ya encontraremos la manera hijo, no te preocupes... (glups, ¡jajaja!).

Ahora podemos charlar mucho con él, mola mucho tener conversaciones con tu hijo en las que él te explica algo que siente, algo que se le ha ocurrido, algo que le pasa... Y pregunta mucho, quiere una explicación sobre todo.

Y me hace mucha gracia comprobar que esto existe, y su forma de expresarse tan adulta, junto a los tiempos verbales mal utilizados o las palabras mal dichas aún, como por ejemplo “amelojor” en vez de “a lo mejor”.

De este verano tengo un par de mini conversaciones que merecen la pena:

-Leo, por qué no quieres darle un beso a Nora?
-Porque no.
-Eso no es una razón, será por algo por lo que no quieres.
-Porque no.
-¿Pero por qué no quieres decírnoslo? A ver, danos una razón.
-¡Que no es que no quiera decírtelo, es que no sé lo que son las razones!

El monstruo de colores, leyéndoselo a Leo:

-y tú, ¿cuándo estás contento?
-cuando Nora me da un beso, cuando Nora me da un abrazo... y ya no se me ocurre más.

-y cuándo estás triste, ¿qué te pone triste?
-cuando Nora no me da un beso ni me abraza.

-¿y cuándo estás muy enfadado? ¿Qué te hace enfadarte?
-cuando Nora me pega.

-¿y cuándo estás en calma?
-cuando juego.

-¿y cuándo sientes amor?
-¡cuando te quiero! :-)

En el metro:

-mamá, ¿qué pone ahí? (ahora ya no me lo preguntaría, ¡lo leería él!)
-dirección Paco de Lucía. Es que Paco de Lucía era... bla bla bla... muy famoso y tocaba muy muy bien la guitarra y por eso pusieron su nombre a una estación.
-¿y no le dieron una copa?

Nora (jugando con una cuerda a punto de rasgarse): la cuerda está triste.
Yo: ¿Por qué?
Nora: porque se ha convertido en dos...

Y así miles de ocurrencias, razonamientos fantásticos, originales, sinceros y lógicos como ellos solos y llenos de magia. Ahora los hay continuamente, por parte de los dos, como cuando este verano me dijo Leo: “sí, voy dejar que se gaste el tiempo”, porque no quería ir a ver a los bisabuelos y yo le había dicho que teníamos que irnos ya y le dije a mi madre “ahí está, perdiendo el tiempo”.


Y ¿sabéis otra cosa que me dice mucho Nora? Que ella quiere un hermanito pequeño, así de pequeñito (juntando mucho sus manitas) para cuidarlo mucho. Y yo la pregunto si es que no le gusta tener un hermano mayor, y me dice que no, que uno muy pequeñito muy pequeñito, que los mayores no le gustan...

Y a mí me entra una nostalgia... ;-)

Feliz maternidad, encantada de estar de vuelta. 


11 comentarios:

  1. Son para comérselos!!! Leo está en una edad fantástica, verdad!? además con lo que cuentas me das muchas esperanzas porque actualmente UNMF no juega con nadie en el recreo y parece no tener preferencia por ningún amigo, sé que esto es normal aun, pero leerlo de otra madre me consuela.

    Besosssssss

    PD: Felicidades a Nora

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro que es normal, no te preocupes! Bueno, no sé por qué te digo esto si yo me preocupaba, jajaja!! Leo "despegó" a mediados del segundo curso de Infantil, teniendo ya cuatro años y medio más o menos... Y ahora de verdad que busca a otros niños y juega mucho con ellos. Ánimo, sé que es duro cuando tienes un hijo así, sufrimos mucho por ellos... Un besazo!!!

      Eliminar
  2. Ayyyy, que Leo se nos hace mayor!!!
    Yo que tu me haría caso a Nora, si quiere otro bebé pues... Ya sabes por donde voy, no?
    Muchísimas felicidades para Nora y a ver si hacéis la corona sin que OS pillé ;)

    ResponderEliminar
  3. Ayyyy, que Leo se nos hace mayor!!!
    Yo que tu me haría caso a Nora, si quiere otro bebé pues... Ya sabes por donde voy, no?
    Muchísimas felicidades para Nora y a ver si hacéis la corona sin que OS pillé ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja, creo que me quedo con mi familia de cuatro... para bien y para mal!

      La corona está hecha! ;-)

      Eliminar
  4. Ohhh cómo crecen! me gusta leer las ocurrencias de tu chico jajaja. Y la peque crece a pasos agigantados, felicidades a la hija y la mami ;) Saludicos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Montse!! Aunque hace mucho que no comento, no dejo de visitar tu blog! Besos!

      Eliminar
  5. ¡Qué bonita está Nora con el porteo! Espero que haya tenido un feliz día de cumpleaños.
    Me alegro mucho de que Leo vaya perdiendo la timidez con los amiguitos y se vaya relacionando más. ¡Menuda lucha tengo yo con el mío! Depende totalmente de la hermana, hasta tal punto que esta semana la niña ha estado mala y no ha ido al cole ¡lo mal que lo ha pasado él de tener que ir solo! Me dicen las profesoras que solo juega con las amiguitas de ella ¡Habrá que darle tiempo!
    ¡Qué ocurrencias tiene Leo! ¡Qué bueno!
    Ah que no te lo había dicho, que me alegro mucho de que sigas con el blog.
    ¡Besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. También es bonito que estén tan unidos los hermanos... Tiempo al tiempo, aún son muy pequeños. A Leo le cuesta a veces "entrar en faena", comenzar a jugar. Y depende de las ganas que tenga. claro.
      Yo me alegro de que te alegres! :-) Más besos!

      Eliminar