Resulta que llevo unos
días currando. Por eso no escribo. Pero ya. Ya voy. Me queda una
hora y media por delante antes de recoger a los niños, que están
con los abuelos.
El tema estrella siguen
siendo las rabietas. Para mí es evidente que Leo está en una racha
mala. Llevamos semanas de rabietas muy fuertes, de mucho cansancio,
de no saber qué hacer ante situaciones que nos superan a todos.
Hemos caído en las amenazas, los castigos y los gritos, pa que no
falte de na, y no, no funcionan, y hay que pararlo. Hay que parar
y respirar.
Ayer sentí realmente
ansiedad y un agujero en el estómago cuando Leo se puso a chillar y
llorar en medio de una tienda. Y luego en la calle, cuando me lo
llevé en volandas. Y luego en el coche. Pero al menos no le grité.
Sólo le expliqué (al principio) por qué no podía permitir que
hiciera lo que él quería hacer.
Antes de ayer tampoco
grité, aunque sí lloré, de puritita impotencia al ver que tooooda
esa paciencia que había puesto en práctica durante un buen rato no
había servido de nada y Leo había acabado desobedeciéndome a mis
espaldas, para venir a regodearse luego. Menos mal que salimos a la
calle y se me pasó, y él hizo un rato de niño bueno para darme el
gusto. ¡Y se lo agradecí, vaya si se lo agradecí! Y tan orgulloso
que estaba él.
Así que tenemos:
-gritar no.
-amenazar no.
-castigar no (en nuestro
caso al menos no sirve de nada a no ser que sean consecuencias muy
muy lógicas y “facilitas”... y muchas veces ni con esas).
-mantener la calma sí.
-relativizar sí.
-no tomarse como algo
personal sus malas contestaciones.
-dejar las normas claras
desde el principio (anticiparse al conflicto).
-ceder a veces y no
exigir tanto (creo que a veces se nos pira la pinza un poquito. Hay
que repetir: “tiene sólo 4 años tiene sólo 4 años tiene sólo 4
años”).
-no entrar al trapo en
las discusiones y no soltar “chapas”. Frases cortas, claras y
amables.
-ser neutro. Estar
calmado. No dejarse llevar emocionalmente.
Leo es duro, es de los
muy duros... Y Nora... tiene dos años y el record mundial de “mamás”
y “yo solita” dichos por hora. Además de un carácter y un genio
dignos de su hermano (y no sé si de alguien más... ejem).
Y mi punto débil es
pensar que esto no se le va a pasar, que seguirá así a los 15 años
y será el típico niñato... gilipollas, para qué andarnos con
rodeos. Mi mente vuela y convierto a mi hijo en un adolescente
egoísta, nada empático, violento... Y me da miedo. Veo tanta ira en
él, tanto que soltar... Al menos lo suelta, pero lleva ya tanto
soltado y sigue teniendo tanto... Y es a la vez tan cariñoso, tan
feliz...
A veces creo que no le
damos suficiente poder, toma de decisiones, independencia.
Tiene sólo 4 años tiene
sólo cuatro años tiene sólo 4 años.
¡Nosotros podemos!
¡Feliz maternidad!
Hola. será una fase que seguro que pasará... mucha calma y haces bien en repetirme millones de veces que sólo tiene 4 años!!! seguimos en contacto
ResponderEliminarMuchas gracias! Seguiré repitiéndolo, sí... Y lo de tener calma también!! ;-) Un beso.
EliminarAyyyyy madre!!! qué les pasa a estos niños!!?? mi UBMF está igual...insoportable vamos!! creo que no se aguanta ni el mismo....MIra, hoy ya hace mejor tiempo y podemos salir por ahí a expansionarnos, seguro que mejoran.
ResponderEliminarBesos y kilos de paciencia!!
En la calle siempre es mejor todo, verdad? Bueno, Leo está ahora poniéndose retos todo el rato, llegar hasta allí saltando, subir hasta allá en el tobogán sin manos... Y cuando algo no le sale se frustra muchísimo. Así que la calle no es garantía de paz! Pero al menos al sol la vida es siempre mejor!!!
EliminarYo había probado todo y nada funcionaba. Hasta que leí un libro de Rosa Jové y me dio la fórmula mágica.
ResponderEliminarTe cuento por si te sirve:
Imagina una rabieta en un Centro Comercial por cualquier motivo, por ejemplo que quiere subir en uno de esos cacharritos que hay que poner una moneda y tú dices no. El niño empieza a gritar. a llorar y a revolcarse en el suelo.
Primero: Te acercas, lo abrazas y le tranquilizas.
Segundo: Empatizas "¿A tí te gustan mucho esos cochecitos verdad? Es cierto que son divertidos, a mí me gustan también"
Tercero: Explicas. "Estos coches necesitan monedas para funcionar" "Gastan muchas monedas y duran muy poco tiempo" "Por eso a mi me gusta utilizar mis monedas para otras cosas".
Cuarto: Ofreces una alternativa "¿Que te parece si te invito a un helado con la moneda?" o "¿Que te parece que pongamos la moneda en una hucha y cuando tengamos unas pocas vamos a la librería y elegimos un libro?"
A mí me funcionó y te aseguro que mi niña de las rabietas era dura de pelar. En cuanto te acercas y abrazas empiezan a calmarse, cuando esté suficiente calmado para escuchar comienzas a hablar, ya verás como se calma poco a poco.
¡Mucha suerte y besos! ¡Ya me cuentas!
Lo que dices lo conozco y lo he aplicado, pero a mí no me sirve para que la rabieta acabe. Mi hijo no quiere que le toques cuando está así, nunca ha querido. He intentado abrazarle, contenerle, y ha sido mucho peor, verdadero terror y angustia por su parte. Desde luego no "empieza a calmarse", todo lo contrario! La parte de empatizar, lo que Naomi Aldor llama "validar", es lo que mejor funciona, ahí me escucha. En la tercera parte, cuando aparece el "pero" o la objeción, la rabieta sigue su curso... Sólo queda esperar a que pase.
EliminarRosa Jové me encanta, la he leído y he ido a conferencias suyas, pero como sabes cada niño es un mundo y no hay fórmulas mágicas. Y de verdad que el mío es de los difíciles difíciles... Tenaz, que suena mejor, jajaja!
Un besazo, gracias Mayte!!
Mucha paciencia y mucho ánimo! Álvaro ahora está en una fase buena, vamos que me da pánico que vuelva para atrás... Con lo bien que se está ahora con él!
ResponderEliminarSeguro que no es ese adolescente que te imaginas, aún es pequeño y no sabe controlar ni entender sus reacciones. Ese ha sido mi mantra durante meses, y al final me lo terminé hasta creyendo, ajjaj
Muchas felicidades por ese trabajo.
Un besazo y ya sabes que te espero en wp
Mucha paciencia y mucho ánimo! Álvaro ahora está en una fase buena, vamos que me da pánico que vuelva para atrás... Con lo bien que se está ahora con él!
ResponderEliminarSeguro que no es ese adolescente que te imaginas, aún es pequeño y no sabe controlar ni entender sus reacciones. Ese ha sido mi mantra durante meses, y al final me lo terminé hasta creyendo, ajjaj
Muchas felicidades por ese trabajo.
Un besazo y ya sabes que te espero en wp
Leo realmente lleva así más de dos años. Y dentro de esa "gran fase" hay "subfases" mejores y peores! ;-)
EliminarGracias por los ánimos y por pasarte. Un beso!!!
jolin mucho animo! si que se tiene que pasar mal y encima que importencia ver que a veces no se puede hacer nada;pero bueno los niños cambian mucho y seguro que no va a ser ese adolescente porque tiene una madre que le quiere por encima de todo,y aun queda mucho!
ResponderEliminarBesos y animos
Sí, si racionalmente lo sé... no sé, supongo que es un pensamiento muy de madre, jeje. Cuando son bebés no te planteas nada, pero ahora ya es distinto con él. Noto mucha diferencia en ese sentido con Nora, de ella evidentemente no pienso esas cosas.
EliminarMuchas gracias Sonia!! Un beso.
Hay días y rachas muuuuy duras y todos los consejos te los has dado tu sola. A mí me viene bien sacarle a la calle a que corretee y se canse o darle algo para golpear (un tambor, por ejemplo), con el fin de que descargue toda esa energía, pero a veces ni por esas. Y ponerme a su altura cuando le hablo, agachándome para mirarle a los ojos.
ResponderEliminarNo te agobies pensando en el futuro, sobrevive a esta etapa y ya verás cómo sobrevives a la adolescencia, cuando llegue. Un abrazo.
Salir a la calle es fundamental para nosotros. Un día entero en casa acaba con drama casi seguro, jajaja! Besos!!
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