Hoy sólo quiero sumarme a la huelga madrileña de la sanidad pública. Por desgracia la sanidad sí es cada vez más un negocio, y me alegra mucho saber, y haber visto hoy con mis propios ojos, cómo los profesionales de la salud se rebelan ante esto.
Reproduzco a continuación un texto de la AFEM (Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid) que me ha gustado bastante. Esta asociación ha convocado una huelga indefinida (¡con dos cojones!) de lunes a jueves en todos los centros de Madrid (supongo que concretamente en hospitales y centros de especialidades, que alguien me saque de mi error si no es así). Esta huelga indefinida se lleva a cabo además de la huelga de cuatro días convocada por todos los sindicatos. Por lo visto uno de los sindicatos mayoritarios de la Comunidad, Amyts, ya se ha sumado también a la propuesta de AFEM.
Este jueves tengo los análisis del tercer trimestre de mi embarazo, y un par de semanas después la visita al gine para resultados y eco. Ya os contaré.
Vivimos tiempos difíciles, tiempos de crisis, tiempos de cambios. Son
estos momentos los que hacen la historia, los que representan la
oportunidad para cambiar las cosas, pero también los momentos en los que
decidimos qué queremos dejarles de herencia a las futuras generaciones.
Son ellos, nuestros hijos, los futuros médicos y profesionales de la
sanidad, los pacientes, los que verdaderamente juzgarán lo que hagamos o
dejemos de hacer esta semana, nuestra unión, nuestra fuerza, nuestras
convicciones... Si fallamos, no podremos explicar por qué un día tuvimos
la oportunidad, el coraje, la razón, para pararlo y no hicimos nada.
Durante años nuestro esfuerzo diario ha hecho de éste uno de los
sistemas sanitarios mejores del mundo. Durante años hemos volcado toda
nuestra motivación, nuestros estudios y gran parte de nuestra vida, para
mejorar el sistema sanitario, para ofrecer una atención excelente, para
llegar al paciente más allá de lo que los medios que teníamos nos
permitían. Durante años hemos visto como políticos que nunca habían
trabajado con pacientes, tomaban decisiones equivocadas, burocratizaban
el sistema y dificultaban nuestra labor, alejándonos de cualquier
capacidad de decisión en la gestión y organización de nuestro trabajo.
Ahora, usando como pretexto una crisis de la cual ellos mismos son
responsables, pretenden encontrar una solución mágica, que no es preciso
consensuar con nadie, que ha sido rechazada por el Colegio de Médicos
de Madrid y por todos los Colegios Médicos de España, por las Sociedades
Médicas, por los Jefes de Servicio, por los Coordinadores de los planes
estratégicos y por las Asociaciones Profesionales y Sindicatos.
Hoy, todos juntos decimos ¡Basta!. Si es
preciso encontrar soluciones urgentes, no es menos cierto que estas
soluciones deben ir dirigidas a mejorar las ineficiencias del sistema,
fortalecerlo para que sea capaz de resistir el embate de esta tremenda
crisis. Somos los profesionales de la Sanidad los que tenemos los
conocimientos y la capacidad para conseguirlo. Pero deben permitirnos
luchar para salvar el Sistema Sanitario, deben volver a considerar que
no es posible hacer Medicina sin contar con los médicos, que sólo
contando con la colaboración y la motivación de todos podremos hacer que
este sistema sea sostenible.
Por ello, hacer huelga, movilizarnos, protestar, es nuestra forma de
decir que de esta crisis tendremos que salir todos juntos. Que es
preciso contar con todos, y salir remando todos contra el viento. Luchar
por el sistema sanitario que es nuestra obra, la obra de nuestras
vidas, que pertenece a todos los madrileños por igual. Queremos luchar
por él y estamos dispuestos a hacer los sacrificios necesarios para
mejorarlo, para salvarlo y para poder legárselo a nuestros hijos.
Hoy, tenéis que levantaros con el convencimiento
de poder decirle a las futuras generaciones con orgullo: Yo hice aquella
huelga, yo paré la sinrazón, ahora tenéis un sistema sanitario público,
excelente y sostenible gracias a lo que hicimos aquellos días.
Cielo, me parece terrofíco lo que pasa en Madrid y el caso es que será como acabemos todos. No nos pueden robar nuestra sanidad, es nuestra! y nos quieren vender nuestra salud a unas empresas. Me da mucho miedo el mundo en que van a vivir nuestros niños.
ResponderEliminarun abrazo, preciosa.
Es exactamente así, Quili, nuestra salud, nuestra vida como moneda de cambio, todos arrastrados por la correa de las grandes empresas, sólo somos números. Pero al menos nos resistimos lo que podemos.
EliminarBesos!!